jueves, 16 de julio de 2009

CRISIS: SALIR SOLO O LLEGAR TODOS

CRISIS: SALIR SOLO O LLEGAR TODOS

Usted va en un auto 2010, por una carretera soñada de alta velocidad, que de repente, sin aviso, se convierte en un camino de trocha, pedregoso y con barro; por la soledad en la vía, parece interminable; si llega tarde a su destino, pierde un contrato y lo demandan.

No sabe qué hacer: ¿buscar una vía alterna?, no tiene mapas ni conoce el sitio; ¿avanzar por la trocha como sea?, y si daña el carro, ¿quién se lo paga después?; ¿esperar un bus o alguien que lo lleve? … si es que pasa alguno.

Y mientras usted se plantea opciones, sus amigos pasajeros empiezan a gritarle, culparle y exigirle soluciones. Eso le hace desear bajar a sus amigos, mandarles en bus, haber venido solo, o gritarles más fuerte para que no molesten. Total, usted es el dueño del carro y el conductor, usted manda.

Como seguro usted no pensó en desvíos, demoras y menos en trochas repentinas, la situación lo supera; cómo no conversó antes con sus amigos, ahora pelean; como usted es el dueño y conductor, todos esperan que usted decida … ah, y que lo haga bien. Y si daña el carro, el seguro no lo cubre y le tocará arreglarlo; y si llega tarde, además de perder el cliente, sus pasajeros le reclamarán por hacerlo mal. Así que, ahora usted avanza por la trocha, reniega de la falta de colaboración de sus amigos, y solo ruega salir como sea … y con el carro en buen estado.

¿Pero, usted, qué haría?

Similar a su decisión puede ser su forma de actuar frente a una crisis en una organización (incluso en lo personal).

Cuando asumimos salir de la crisis, dejarla atrás a como de lugar, volver a la normalidad conocida, hacemos planes de emergencias sin evaluar las consecuencias futuras, que cuando surjan, no las conectaremos con la crisis vivida, generando un ciclo negativo que llevará a una nueva crisis o un estado continuo de crisis.

Una situación de crisis es un escenario de quiebre, de ruptura. Es objetiva por los factores que la originan; y subjetiva y emotiva por la percepción que tenemos de ella: sus causas y los responsables; cómo la afrontamos; cómo participamos; cómo definimos el futuro, entre otras preguntas, muchas veces sin respuestas.

Una crisis golpea más fuerte a una organización por el aspecto humano, poco evaluado: el estrés, los conflictos, el debilitamiento de las relaciones interpersonales y grupales, el quiebre de la cohesión como comunidad organizacional, la disminución de la confianza en propietarios o directivos, el modelo mental poscrisis que limitará las acciones futuras, el retiro de personas valiosas, la pérdida de conocimiento y la oportunidad de aprender e innovar, derivando en organizaciones fracturadas, que jamás vuelven a ser igual.

Propietarios y gerente tienden a actuar como conductor de auto: deciden solos, en el bunker gerencial, porque asumen que solo ellos pueden brindar soluciones técnicas, de expertos. Más, una crisis es un proceso de transformación que modificará nuestras formas de pensar, sentir, juzgar y actuar, es incluyente pues vincula a todos sin excepción, y exige la participación y compromiso de todos. Por eso, una acción inteligente es facilitar que las personas se apropien de la situación, la meta, el proceso, las soluciones y las consecuencias.

La principal responsabilidad de los directivos es movilizar los esfuerzos, las ideas, la experiencia y el trabajo de las personas a un propósito colectivo, construido con la participación de todos. Facilitar que las personas entiendan la situación de manera clara y sencilla es un primer paso.

Promover que su gente, desde su cargo, antigüedad o educación, participe en la reflexión y decisión sobre los planes de acción, es un segundo paso; esto permite que las personas asuman su compromiso individual, grupal y colectivo del nuevo objetivo, de los métodos de acción, de las reglas de comportamiento, de los interacciones con todos los grupos de interés, de las consecuencias y de las transformaciones generadas, otorgando sentido al esfuerzo diario.

Considerar que la información es un recurso público y colectivo, fortalecer las interrelaciones, mejorar la comunicación entre las personas y los grupos, crear relatos de un futuro posible; y explicar cómo vamos, cómo nos superamos, cómo mejoramos, en pocas palabras, generar un sentido compartido claro, sencillo y firme, con usted como guía, es parte clave del proceso.

Hacer esto en situación de crisis es más difícil que en épocas de normalidad o prosperidad, pues se supone que la gerencia debe salvar la empresa, como sea. Más, si el directivo sale de su bunker para crear nuevos vínculos con su gente, encontrará que es más fácil avanzar y llegar con todos que empujar solo, creando condiciones no solo para ser diferentes, sino para ser y estar mejor como organización.

1 comentario:

  1. Hola GermÁn...Este articulo esta súper interesante capto mi atención de inmediato, pues siempre me han interesado este tipo de temas... A veces creemos que los superiores tienen el poder y las aptitudes para resolver los problemas de una empresa pero realmente es todo lo contratrio, es un equipo que debe trabajar en conjunto pues asi se evaluaran las diferentes opiniones y se ve desde un punto de vista mas claro...
    Sigue publicando mas temas como estos....
    Besos y abrazos

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