miércoles, 6 de enero de 2010

Toruk, el ave mítica a la espera de ser dirigida.


Toruk, el ave mítica a la espera de ser dirigida.

Reflexiones desde Avatar, la película (2)

Toruk es un ave mítica, un predador de 24 metros de envergadura, de color escarlata, amarillo y negro, que vuela libre a grandes alturas. Los na’vi guerreros deben elegir un ave similar al toruk, de menor tamaño y de variados colores verdes; estas aves pueden a su vez elegir su guerrero, de una forma peculiar: intenta asesinarlo. Si en la lucha vence el guerrero, entonces ave y guerrero crean un vínculo fuerte que se disuelve solo con la muerte.

El Toruk es tan grande que vuela con total tranquilidad, pues no hay animal que le supere en tamaño. Cuando ataca, lo último que ve la víctima es la sombra del ave, razón por la cual le llaman también “La Última Sombra”. En el planeta solo hay un Toruk, de ahí su importancia mítica y su significado en la cultura na’vi.

En la historia de los Na’vi, la raza del planeta Pandora, en la película Avatar, solo cinco na’vis han logrado dominar a un Toruk; quienes lo ha hecho, han sido considerados líder natural y con la capacidad de unir a los clanes del planeta. Esos cinco pro-na’vis (prohombres) guerreros son denominados Toruk Makto.

El avatar Jake Sully, en lo que considera su última opción para rescatar la confianza y su vínculo con el clan na’vi, y en particular con Neytiri, su amada, decide enfrentar al Toruk y dominarlo, con riesgo de morir.

¿Adivinen cómo logra el avatar dominar al Toruk?

Espero con este resumen de esta parte de la película, motivar a quienes no la han visto a ir a verla, con la anotación que no recibo comisión de Hollywood; me sirve de tema para las reflexiones.

Entonces, ¿cómo lo domina?

Volando más alto que el Toruk y cayendo encima de él.

Como el ave es el mayor predador en el aire, ningún animal se atreve a atacarlo; como es tan grande, vuela tranquilo. Recuerden que es “La Última Sombra” y a él nadie le hace sombra.

Por eso, jamás espera que alguien le salte encima; eso es una acción que el Toruk desconoce.

¿Ya hiciste tu reflexión de esta situación?

¿Imaginas la idea-fuerza que originó este texto?

Los problemas son como el Toruk: nos hacen sombra, nos asustan y escogemos huir, asustados.

Es cierto que muchas situaciones-problema son creadas por factores externos, incluyendo a otras personas, y que algunos momentos de estos son difíciles de resolver. En muchos casos, hemos sido nosotros los causantes directos de estas dificultades.

Muchas veces hacemos como los avestruces y escondemos la cabeza, esperando que el problema desaparezca. O hacemos como las víctimas del Toruk, huimos espantados, con la certeza en la mente que moriremos, pero la esperanza que podemos escapar. Es decir, el cuerpo huye mientras la mente se prepara a morir.

El avatar encontró el lado débil del Toruk: saltó encima.

Hoy te invito a saltar encima de tus problemas. Has una lista de las situaciones problemas; escoge las importantes, aquellas que al solucionarlas, generan una energía radial de tsunami, que crece con cada avance; esas acciones importantes son las que mejoran significativamente tu vida.

Cuando estudies y analices estas situaciones, con decisión (determinación y firmeza de carácter), con convicción (fe y fuerza en la mente), y con disciplina (siguiendo con juicio lo planeado), salta encima de tus “toruks”.

Encontrarás que las situaciones difíciles tienen su lado “débil” para solucionarlas. Requieres, como dijo Einstein, ubicarte en un plano superior al del problema, para poder verlo de manera diferente.

Similar recomendación nos hace Ronald Heifetz, director de la Escuela de Liderazgo de Harvard, cuando propone “ver desde el balcón”, alejarse para ver desde lejos, o salir del círculo para ver hacia adentro.

El avatar dominó el Toruk y aterrizó entre el clan, con la mirada aterrada de los na’vi, al ver el ave encima de ellos y luego al verlo a él encima del ave.

El resto de la película la sabrán al verla; y si ya la vieron, para qué se las cuento.

Tengo claro que tú y yo podemos arriesgarnos para encontrar una opción a nuestras situaciones difíciles, tornándolas en maravillosas oportunidades. Tú y yo podemos ser los Toruk Makto de nuestras vidas. ¡Salta!

1 comentario:

  1. Toruk es una analogía de una energía con consciencia que habita en este planeta, pero que no pertenece aquí, fue traido hace miles de años por los antiguos chamanes y se le atrapa cuando el aprendiz de brujo ya está listo. Salta sobre él y forcejean durante minutos y se pierde la noción del tiempo. El resultado es un vínculo extremadamente fuerte y la sumisión de esta consciencia ante el dominador quien tomará las decisiones de ahora en adelante. Avatar es ficción, pero tiene bases en la obra de Carlos Casteda, aprendiz de brujo.

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